
El 9 de Noviembre de 2006 logró el traslado desde la famosa cárcel de Carandirú a nuestro país bajo un acuerdo entre los gobiernos argentino y brasilero a pedido de su madre por la desesperante situación que se vive en las cárceles del país vecino por la guerra por el poder en las cárceles entre gobierno y crimen organizado y por las privaciones y vejaciones a que son sometidos los presos y los subsiguientes motines y sangrientas represiones. En el marco de este acuerdo, se le deben aplicar las leyes brasileñas (que son bajo las que fue condenadas y en cuya jurisdicción reside la causa) por lo que le corresponden las salidas transitorias desde diciembre de 2006. Con este beneficio ella podría salir a trabajar y estudiar teniendo que permanecer todas las noches en un centro penitenciario. Es el juez de ejecución penal Sergio Delgado el responsable de prolongar su cautiverio. El único argumento que esgrime denota su ignorancia y saña para con Karina, dice que fue trasladada 49 días antes de hacerse efectivo ese beneficio y que por ende no le corresponde porque ahora regiría la ley de ejecución penal argentina que exige 9 años más de castigo para entrar en el régimen de salidas transitorias. No le importa que numerosos juristas de ambos países hayan señalado públicamente que el tratado es claro al respecto y lo contradice. En esto coincide con el fiscal Oscar Hermelo, reconocido repesor que participo del grupo de tareas 3.3.2 de la ESMA dónde fue secuestrado y torturado el padre de Karina.
Esto creemos que muestra a las claras lo que significa la política de Derechos Humanos de este gobierno para los represores, para los luchadores y para el pueblo en general, en palabras de la Galle:
"No me siento vencida ante tanta injusticia, de sobra sabemos que la situación de cualquier preso político, nunca es sencilla ante las leyes, pero si esperaba una respuesta lógica, fundamentada por las normas por ellos mismos impuestas. Me enfrente una vez más al gran circo jurídico, que sigue vacilando ante los culpables, que continua encarcelando la parte vulnerable de nuestro pueblo, o sea a la pobreza, la marginalidad, la exclusión social. Mi tolerancia tiene su límite, qué más puedo esperar de semejante farsa, qué más puedo aguardar de estos burócratas que parecen no entender, lo que continua cocinándose en las redes del poder. De qué justicia se habla cuando en el Modulo 4 de Marcos Paz, (allí están Etchecolatz y otros represores) se siguen camuflando los privilegios de tantos torturadores, y en las cárceles comunes se continúa torturando y vulnerando los derechos más básicos del ser humano, que tal condición poseen los presos, por más encerrados que se encuentren."
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